RECURSOS DE AGUA DE PUERTO RICO INTRUSION SALINA
La intrusión salina es un proceso natural que ocurre en las costas, donde el agua de mar penetra tierra adentro en los acuíferos costaneros en proporción a la inter-relación de varios factores. Estos factores incluyen la porosidad de las rocas y/o los suelos en la costa; el espesor de la capa de agua fresca en los acuíferos costaneros; las mareas; y la extracción de agua fresca mediante pozos. En zonas donde las rocas en la costa son de origen volcánico de baja porosidad y pocas fracturas, o barros consolidados impermeables, el agua del mar no penetra tierra adentro. En costas donde los acuíferos son formados por rocas porosas como las calizas, o mezclas de arena y grava (aluvión), el agua de mar penetra tierra adentro en proporción al espesor de la capa de agua fresca cerca del mar. En acuíferos costaneros donde no se extrae agua subterránea en exceso a la que se infiltra o recarga a los acuíferos, la cuña de agua salobre se mantiene en un equilibrio controlado por las mareas y la porosidad de las rocas. La cuña de agua salina también penetra tierra adentro por el cauce de los ríos en valles costaneros cuando la pendiente del fondo del cauce es mínima y la boca del río está abierta al mar. En Puerto Rico la intrusión salina ocurre tanto por las costas (natural e inducida), así como por la desembocadura de los ríos en la Región Norte.
El avance del agua de mar tierra adentro en acuíferos donde esto ocurre obedece a las diferencias en densidad entre el agua fresca y el agua salina. El agua salina es más densa que la fresca, con una densidad de 1.025 gramos por centímetro cúbico (g/cm3) en comparación con 1.00 g/cm3 para el agua fresca. Debido a su menor densidad, el agua fresca en los acuíferos costaneros tiende a “flotar” sobre la capa de agua salina o salobre. La elevación del manto freático sobre el nivel del mar determina el espesor de la capa o lente de agua fresca en el acuífero. Esta relación es definida matemáticamente por el principio denominado “Ghyben-Herzberg”, por los científicos que lo determinaron. La ecuación matemática que define la relación es:
La resolución de esta ecuación establece que la capa de agua fresca en las zonas costaneras de la Isla se extiende a una elevación bajo el nivel del mar (hs) 40 veces la altura (hf) del manto freático sobre el nivel del mar. En la práctica, por cada pie de reducción en la elevación del manto freático de un acuífero costanero donde la intrusión salina natural ocurre, la elevación de la cuña de agua salina aumenta 40 pies. En la zona donde se extrae el agua se forma un cono de depresión del manto freático alrededor del pozo opozos induciendo el movimiento vertical de la cuña de agua salada.
Previo al desarrollo sin controles de los acuíferos costaneros en la Isla, los niveles freáticos mantenían un equilibrio dinámico. Este equilibrio era controlado por la recarga inducida por la lluvia y la escorrentía, y las descargas naturales a manantiales, ríos, humedales y lagunas costaneras, y al mar. Una vez comenzó su desarrollo para el riego de caña de azúcar a principios del Siglo 20, el equilibrio natural entre las capas de agua fresca y salina se interrumpió. Los niveles freáticos comenzaron a descender en el Acuífero Superior (anteriormente “Freático” o “Llano) de la Región Norte y los acuíferos aluviales de la Región Sur a medida que las extracciones de agua subterráneas en los valles costaneros comenzaron a exceder la recarga natural. La posición de la cuña de agua de mar comenzó a avanzar tierra adentro hasta alcanzar un nuevo equilibrio definido por el principio anterior. En el 2000, en el Acuífero Llano de la Región del Norte el avance tierra adentro ha logrado que la cuña de agua salada se eleve de 12 a 15 pies en la vecindad de Vega Alta, a 6 millas de la costa. Condiciones similares prevalecen desde Toa Baja hasta Barceloneta. En los acuíferos aluviales de la Región Sur, el avance de la cuña de agua de mar varía con la localización debido a las propiedades de las rocas. En el Acuífero de Patillas-Guayama, la cuña de agua salada se encuentra a 100 pies bajo tierra (en fracturas de rocas volcánicas) y ha penetrado 1.9 millas tierra adentro. Desde Salinas hasta Coamo el espesor saturado del acuífero debido a la geología local hace que aunque la cuña de agua salada se encuentre 2 millas tierra adentro, la misma se localiza a 250 pies bajo tierra. En el Acuífero de Juana Díaz-Ponce la cuña de agua salada se encuentra cerca de 200 pies bajo tierra avanzando solo una (1) milla tierra adentro. Hacia el oeste, hasta el Valle de Lajas prevalecen condiciones variables dependiendo del abanico aluvial que forme los acuíferos en cada zona, pero en general se observan avances de la cuña de agua de mar de 0.6 a 4.4 millas tierra adentro.
En la Región Sur se experimenta el mismo fenómeno de intrusión salina natural inducido por altas porosidades y tasas elevadas de conducción de agua de los acuíferos (transmisividad). Los acuíferos de la Región Sur son formados por depósitos aluviales de alta porosidad, donde el manto freático también exhibe pendientes relativamente bajas. Esto induce el mismo efecto que en la Región Norte, donde una cuña de agua salada penetra tierra adentro hasta varias millas en algunos sectores desde Guayama hasta la vecindad de Ponce. El exceso de extracciones de agua fresca en los acuíferos de la Región Sur ha inducido intrusión salina en sectores de Patillas hasta Ponce, pero principalmente en la zona de Guayama.
La intrusión salina horizontal estimada en los acuíferos principales en Puerto Rico se ilustra en la siguiente figura. Estos estimados se basan en los datos disponibles en el 2005. La recuperación de un acuífero afectado por intrusión salina puede tomar décadas y hasta cientos de años (dependiendo de la permeabilidad de las rocas o materiales que lo forman y la recarga neta al acuífero). Las lluvias abundantes en los útimos tres años en Puerto Rico pueden haber inducido cambios en la posición de la cuña de agua salada. Sin embargo, en vista de que las extracciones de agua de los acuíferos no se han reducido significativamente, el efecto neto de estas lluvias y recarga será temporero. .
En el proceso de intrusión salina (sea natural o inducida) la cuña de agua salina penetra tierra adentro por debajo de la capa de agua fresca (dulce). Esta intrusión salina resulta en tres capas de agua en el acuífero, donde el manto freático es formado por una capa de agua fresca en proporción al flujo hidráulico en la zona. En el fondo del acuífero se desplaza una capa de agua salina, con concentraciones de sólidos disueltos que excede 5,000 miligramos por litro (mg/L). Entre las capas de agua fresca y salina ocurre una zona de transición o difusión (interfase), variando la salinidad verticalmente desde valores representativos de agua fresca hasta concentraciones de agua salina. Estos procesos se ilustran en la figura a la derecha.
Lugo, A. y García Martinó, IITF, USFS, 1996 donde,
La intrusión salina puede también ocurrir localmente debido al bombeo excesivo de un pozo que penetra el acuífero en las cercanías de la zona de interfase. Cuando el pozo comienza a bombearse, el nivel freático en sus alrededores declina en proporción a la conductividad hidráulica (K) de las rocas o depósitos no-consolidados que forman el acuífero. Este proceso forma un cono de depresión local del freático alrededor del pozo. Si el valor de K es relativamente bajo y el pozo es profundo, o el pozo es bombeado en exceso de su rendimiento seguro, eventualmente el cono alcanza la zona de interfase, y el agua salobre comienza a "levantarse" hacia la camisilla del pozo, formando un cono inverso de agua salobre. Este proceso (ilustrado a la derecha) se conoce como "upconing", y generalmente es reversible una vez que el bombeo del pozo se reduce o detiene. Sin embargo, si el pozo continúa bombeándose 24 horas al día (como ocurre con la mayor parte de los pozos en la Isla), y coincide con períodos de recarga mínima que induce avances de la cuña salina, la intrusión salina puede ser irreversible.
Modificado de Custodio y Llamas, 1983
DRNA, 2006
En la Región Norte, desde el Río Guajataca cerca de Quebradillas hasta el Río Mameyes, en varios de los ríos principales la cuña de agua de mar penetra tierra adentro a través del canal del cauce. Esta intrusión salina significativa ocurre en la parte baja de los ríos Guajataca, Camuy, Arecibo, Manatí, Cibuco, La Plata, Hondo, Bayamón, Loíza, Grande, Herrera, Espíritu Santo, Mameyes y Fajardo. En el período de sequía, normalmente desde enero hasta abril, la escorrentía en estos cauces es mínima. Cuando el nivel de las mareas aumenta en elevación en su ciclo mensual y anual, el agua salina del Atlántico es empujada desde la desembocadura de estos ríos aguas arriba en proporción al flujo en el río y la pendiente del cauce. En los valles costaneros de la Región Norte, la pendiente de los cauces es mínima al norte de las carreteras PR-2 (oeste de Bayamón) y PR-3 (al este de San Juan).
El avance de la cuña de agua salina aguas arriba en los valles de la Región Norte, en combinación con pozos o conductos naturales en las rocas calizas, puede promover intrusión salina lateral en los acuíferos de esta región. Es posible que parte de los problemas de intrusión salina acelerada en los valles aluviales entre el Río Grande de La Plata en Dorado y el Río Cibuco en Vega Alta, y entre el Río Grande de Manatí en Manatí y el Río Grande de Arecibo en Arecibo, se deban en parte a esta interacción entre pozos cercanos a sus cauces. Estos pozos crean conos de depresión que pueden inducir el movimiento de agua salina de estos ríos hacia el Acuífero Superior. La ubicación de estos ríos en los valles del norte se ilustra en las siguientes figuras, donde la penetración medida o estimada de la cuña de intrusión salina en los ríos principales se indica en rojo.
RIO GRANDE DE MANATI RIO CIBUCO RIO GRANDE DE ARECIBO RIO GRANDE DE LA PLATA RIO GRANDE DE LOIZA RIO ESPIRITU SANTO